Vaticano. AFP.

“El mundo está en guerra”, lamentó este Viernes Santo el papa Fran­cisco pocas horas antes de pre­sidir el Viacrucis nocturno en el Coliseo de Roma, en el que cargaron la cruz dos muje­res de Ucrania y Rusia como mensaje de reconciliación a los dos países en guerra. “En este momento, en Europa, esta guerra nos golpea mucho. Pero miremos un poco más allá. El mundo está en guerra. Siria, Yemen, y luego piensa en los rohingya, expulsados, sin patria. En todas partes hay guerra”, aseguró el pontífice argentino en una entrevista a la cadena pública de la tele­visión italiana Rai1.

“El mundo ha elegido –es duro decirlo– el patrón de Caín y la guerra es implementar el cainismo; es decir, matar al hermano”, explicó. Entrevis­tado sobre la guerra, sobre las recientes imágenes de cuerpos sin vida en las calles de Ucra­nia, sobre los crematorios ambulantes, las violaciones, la devastación y la barbarie, el Papa deploró lo que llamó “el esquema cainista”.

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“Yo entiendo a los gobernan­tes que compran armas, los entiendo. No los justifico, pero los entiendo. Porque tenemos que defendernos, porque res­ponde al esquema cainista de la guerra”, añadió. Francisco presidió ayer de nuevo en el Coliseo romano, símbolo del martirio de los cristianos, el Viacrucis nocturno.

En los dos últimos años la pandemia de coronavirus obligó a realizarlo en la basílica de San Pedro y con poca gente. Este año ade­más han sido invitadas dos mujeres de Ucrania y Rusia para que carguen la cruz en una de las estaciones que con­memoran el sufrimiento y la muerte de Jesús, desde su con­dena hasta su sepultura. Una iniciativa por la paz y la recon­ciliación que ha generado polémica entre la comunidad ucraniana debido a la guerra actual entre los dos países. Albina es rusa y estudiante de tercer año de la carrera de Enfermería en la Universi­dad Campus Bio-Médico de Roma. Irina, ucraniana, es enfermera del Centro de Cui­dados Paliativos de la Funda­ción Policlínica Universitaria del Opus Dei. Las dos mujeres, que son amigas, pasaron los meses del covid juntas y ase­guraron a la prensa que com­parten el sufrimiento de los dos pueblos.

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