Vaticano. AFP
El papa Francisco compartió confidencias y anécdotas con pobres de todo el mundo gracias a una audaz iniciativa de una asociación francesa, ilustrada en el libro “De los pobres al papa, del papa al mundo”. En la publicación, que aparecerá el 1 de abril en tres idiomas (francés, italiano y alemán), el Pontífice responde sin rodeos a cien preguntas provenientes de habitantes de 80 países, desde los barrios pobres de Brasil hasta los sin techo de India, Irán y Madagascar.
“Nos sorprendió con su transparencia, incluso habló de asuntos muy personales”, contó a la AFP el secretario general de la asociación, Pierre Durieux. Jorge Mario Bergoglio, que se define “soñador” y admite que “se queda dormido a veces durante la oración”, repasó en esas conversaciones momentos de su vida cotidiana, habló de su familia, sus gustos, su vocación de sacerdote y hasta de los días previos a su elección en el 2013, cuando escogió el nombre de Francisco inspirándose a san Francisco de Asís, el santo de los pobres. “No gano nada. ¡Nada de nada! Me dan de comer, y si necesito algo, lo pido”, contó el Papa, quien confesó que se siente como “un zombie” por las mañanas tras despertarse poco después de las 04:00. Entre los detalles divertidos que el Pontífice argentino confesó es que se niega a usar pantalones blancos bajo la sotana como es tradición. “¡No soy un vendedor de helados!”.
Tampoco podía faltar una alusión al fútbol, su deporte favorito. “Cuando era joven siempre me ponían de portero porque jugaba mal. Me decían que tenía los dos pies en el mismo zapato”, rememora sonriendo.