Ucrania. AFP.
“Los rusos ya mataron a 97 niños” en bombardeos contra “escuelas, hospitales, viviendas”, dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en un contacto por videoconferencia al parlamento de Canadá, al tiempo que pidió a los aliados de Kiev que “aumenten su ayuda” ante la invasión rusa de Ucrania que comenzó el 24 de febrero.
“No pedimos demasiado, pedimos un apoyo real, que nos ayude a ganar”, agregó el mandatario, quien fue ovacionado por los legisladores canadienses. “Nos están brindando ayuda militar y humanitaria, han puesto en marcha sanciones severas, pero, lamentablemente, vemos que esto no pone fin a la guerra”, dijo, indicando que Rusia pretende “aniquilar a Ucrania”.
“Queremos vivir, queremos paz”, dijo Zelenski, al pedir a los parlamentarios canadienses que imaginaran sus ciudades bombardeadas, sitiadas... “La democracia en el mundo tiene suerte de tenerte como su campeón”, dijo poco antes el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sobre Zelenski. El presidente ucraniano es “una inspiración para todos”, afirmó.
La ofensiva rusa en Ucrania se intensificó ayer martes, con una serie de bombardeos en Kiev, pese a la reanudación de las negociaciones y a una concesión importante del presidente ucraniano, que se dijo dispuesto a renunciar a su intención de adherir a la OTAN. Cuatro personas murieron en el bombardeo de un edificio de 15 plantas del distrito de occidental de Sviatoshin, dijeron los servicios de rescate en Kiev.
“A las 4:20 de la mañana, todo tembló con fuerza. Me levanté, mi hija corrió y me preguntó: ‘¿Estás viva?’ Pero en una de las habitaciones no podíamos sacar a mi yerno y a mi nieto, así que rompimos las puertas y pudieron salir”, relató a la AFP Lyubov Gura, de 73 años, que vivía en el piso 11.
TOQUE DE QUEDA EN KIEV
El alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, declaró un toque de queda de 35 horas a partir de las 20:00 (18:00 GMT) de ayer martes por el momento especialmente “peligroso” que vive la capital, donde al menos la mitad de la población ya ha huido. Desde el viernes, los combates se han extendido al oeste. Un ataque el lunes contra una torre de televisión cerca de Rivne (noroeste) dejó 19 muertos.
En la gran ciudad de Dnipró, en el este, relativamente intacta hasta ahora, el aeropuerto fue bombardeado el martes y provocó una “destrucción masiva”, según su alcalde, que no mencionó víctimas por el momento. En el sur, los rusos siguen intentando tomar Mariúpol, una estratégica ciudad portuaria en el mar de Azov, que lleva días asediada.