Chile. AFP.

El izquierdista Gabriel Boric juró ayer como presidente de Chile en una ceremonia sin corbatas y con mayoría de mujeres en el nuevo gobierno, que anticipa un cambio de timón en un país sacudido tras la crisis de su modelo social.

“Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí prometo”, dijo Boric, de 36 años, para posteriormente levantar el puño izquierdo y firmar, tras un gran suspiro, su cargo como máxima autoridad del país. Limpiando la emoción de su voz, el flamante presidente chileno expresó un “gran sentido de la responsabilidad y el deber ante el pueblo”.

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“Vamos a dar lo mejor de nosotros para estar a la altura de los desafíos que tenemos como país”, afirmó en un mensaje, visiblemente emocionado, al concluir la ceremonia de investidura en el Congreso de Valparaíso, a 120 km de Santiago. Rodeado de mujeres que integrarán el nuevo gobierno de Chile, Boric se convirtió en el presidente más joven del país en uno de los momentos más desafiantes desde que terminó la dictadura de Augusto Pinochet en 1990


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