Odesa. AFP.
Los civiles empezaron a ser evacuados ayer a cuentagotas de la ciudad de Sumy, cerca de la frontera con Rusia, en un nuevo intento de instaurar corredores humanitarios para que las personas asediadas por los bombardeos rusos puedan ponerse a salvo.
Los bombardeos aéreos contra esta ciudad situada a unos 350 km al noreste de Kiev, escenario de violentos combates desde hace varios días, mataron al menos a 21 personas –dos de ellas, niños– el lunes por la noche, informó el martes la fiscalía regional.
Decenas de autocares salieron de Sumy rumbo a Lójvitsia, 150 km al suroeste, dijo el jefe interino del gobierno regional, Dmitry Lunin. Horas después, el Ministerio ucraniano de Defensa acusó a Rusia de no respetar el corredor humanitario en Mariúpol, una ciudad portuaria estratégica del sur, de donde debían salir unas 300.000 personas.
“El enemigo lanzó un ataque exactamente en la dirección del corredor humanitario”, denunció el ministerio en su página de Facebook, afirmando que el ejército ruso “no dejó que los niños, las mujeres y las personas ancianas abandonaran la ciudad”. Ayer, Rusia había anunciado un alto el fuego para dejar que los civiles de las grandes ciudades ucranianas, como Kiev, Sumy, Mariúpol, Járkov y Chernógiv, puedan irse.
La puesta en marcha de los corredores humanitarios centró la tercera ronda de negociaciones ruso-ucranianas del lunes pero, en el terreno, las fuerzas rusas continúan desplegándose en torno a las grandes urbes, y bombardeándolas en algunos casos, según los responsables ucranianos.