Mayfield, Estados Unidos. AFP.
En Mayfield, arrasada por los tornados del fin de semana, los lugareños dicen que su fe cristiana los impulsa a limpiar escombros, recolectar suministros y convertir sus iglesias en refugios para quienes quedaron sin hogar por una de las tormentas más devastadoras en la historia de Estados Unidos.
La pequeña ciudad en el sur del estado de Kentucky es parte del denominado “cinturón de la Biblia”, una franja del sur estadounidense donde la vida se centra en la iglesia.
El domingo, residentes de esta ciudad de 10.000 habitantes mencionaron su fe como una fuerza impulsora para avanzar y ayudarse mutuamente a recoger los desechos dejados por el paso de los tornados.
Vanessa Cooper, de 40 años, estaba tratando de rescatar lo que podía del departamento de su madre, del cual solo quedaban dos paredes en pie. Cerca de allí, tres amigos despejaron los escombros retorcidos mientras Cooper hurgaba entre los muebles dañados.
“Algunas personas de mi iglesia vinieron a ayudar... Significa mucho para mí”, dijo, y agregó que no podría haberlo hecho sola. La solidaridad es algo natural en las comunidades pequeñas, dijo Cooper, cuando una vecina le preguntó si necesitaba algo.
Sentado en una silla frente a lo que quedó de su casa, Marty Janes miraba sin comprender mientras los voluntarios trabajaban a su alrededor.
A poca distancia del centro de Mayfield, su vecindario fue devastado por el tornado. Un árbol cayó en su porche delantero, su techo se derrumbó y las paredes exteriores del frente fueron arrancadas.
“Estoy devastado, es increíble”, declara Janes a la AFP.
Quedó atrapado en la parte trasera de su casa, mientras que su esposa, Theresa, estaba en el dormitorio cuando el techo se derrumbó. Después de su rescate por los bomberos, la pareja estuvo separada durante dos días mientras Theresa estaba hospitalizada, cuenta Janes con lágrimas en los ojos.