París, Francia. AFP.
Unas 3.000 suspensiones se aplicaron a los trabajadores sanitarios no vacunados contra el covid-19 en Francia, tras la entrada en vigor el miércoles de la obligación de vacunarse para estos profesionales, anunció ayer el ministro de Sanidad, Olivier Véran.
“Ayer hubo unas 3.000 suspensiones que han sido notificadas al personal de centros de salud” por no haberse puesto al menos una dosis de la vacuna, declaró Véran a la emisora de radio RTL, que reveló que “también hubo decenas de dimisiones”.
“Estamos hablando de unos 2,7 millones de empleados”, añadió el ministro, subrayando que la continuidad de la atención sanitaria está asegurada. Según Véran, “un gran número de estas suspensiones es temporal” y concierne “esencialmente al personal de los servicios de apoyo”.
La norma, que busca impulsar el ritmo de la vacunación, estipula que el personal médico que no justifique que ha recibido una primera inyección, que la vacuna le ha sido contraindicada o que se ha infectado recientemente, dejará de ejercer su profesión.