Estados Unidos honró ayer sábado la memoria de los casi 3.000 muertos de los atentados del 11 de setiembre del 2001 en medio de llamados a favor de la unidad del país.
Este 20 aniversario tenía un significado especial pues está marcado por la salida precipitada de las tropas estadounidenses de Afganistán tras la vuelta al poder de los mismos talibanes a los que desalojaron hace casi 20 años por cobijar a los ideólogos de los atentados perpetrados por Al Qaeda y por la vuelta a la normalidad tras el paso devastador del coronavirus. En un país profundamente dividido políticamente tras el paso de Donald Trump (2018-2021) por la Casa Blanca, abundaron los llamados a la unidad.
El ex presidente George W.Bush, bajo cuyo mandato tuvieron lugar los peores atentados en suelo estadounidense de la historia, lamentó la desunión del país.
“En las semanas y meses que siguieron a los atentados del 11 de setiembre, estaba orgulloso de dirigir a un pueblo impresionante, resistente y unido”, dijo el ex presidente en la ceremonia que tuvo lugar en Shaksville, en Pensilvania, donde se estrelló el último de los cuatro aviones comerciales que 19 terroristas, la mayoría saudíes, lanzaron contra los principales símbolos del poder estadounidense.