Washington, Estados Unidos | AFP |

“Estados Unidos ha vuelto”, dice el eslogan del presidente Joe Biden, pero su salida sin remordimientos de Afganistán parecer mos­trar que Estados Unidos no quiere ser el de antes.

Más allá del trauma de la eva­cuación de Kabul, Biden está ofreciendo una retirada mas amplia: dejar de usar sus vas­tos recursos militares para imponer el orden y los valores estadounidenses en todo el planeta. “Esta decisión sobre Afganistán, no es sólo acerca de Afganistán”, dijo Biden en un discurso pronunciado el jueves que, para muchos, fue histórico. “Se trata de ter­minar una era de emprender grandes operaciones milita­res para rehacer otros países”.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

“Los derechos humanos estarán en el centro de nues­tra política exterior, pero la forma de hacer eso no es mediante interminables despliegues”, dijo. “Nuestra estrategia tiene que cam­biar”, dijo. Benjamin Haddad, director del Centro Europa del Atlantic Council, calificó el discurso como “uno de los más elocuentes repudios del internacionalismo liberal por parte de cualquier presidente estadounidense en las últi­mas décadas”.

Para aquellos estadouniden­ses que gustan considerar a su país como una superpoten­cia única e invencible, gana­dora de la Guerra Fría y luego una impresionante interven­cionista militar en todas par­tes, desde Irak hasta África, esto es un shock.

Para la mayoría, sin embargo, las encuestas muestran que es probable que el giro de Biden sea popular.

La presidencia de Biden es normalmente vista como la contracara de la de su ante­cesor Donald Trump.

Es cierto que desde que Biden asumió el gobierno el 20 de enero muchas cosas cambia­ron, desde la decoración de la Casa Blanca hasta el retorno de Estados Unidos al Acuerdo de París sobre el cambio climático.

Dejanos tu comentario