Buenos Aires, Argentina. AFP.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció ayer viernes la puesta en marcha de un plan de “aperturas sostenidas y progresivas” de las restricciones contra el covid-19, para la “recuperación de actividades”, y pronosticó un crecimiento de la economía de 7% este año y 4,5% en el 2022.
“Hoy se ve un nuevo horizonte”, dijo el mandatario en una alocución desde la Casa Rosada, lo que atribuyó a la aceleración en las últimas semanas de la vacunación contra el coronavirus.
Fernández dijo que en agosto la “prioridad es aumentar el porcentaje de segundas dosis” en adultos, mientras se sigue vacunando con la primera a adolescentes entre 12 y 18 años con comorbilidades.
Hasta el momento, 25,8 millones de personas (80% de los mayores de 18 años y 57% de la población total) tienen al menos la primera dosis, de los cuales casi 8 millones (17,7% de todos los argentinos) recibieron el esquema completo.
La flexibilización se dispone luego de diez semanas con descenso de casos y ocho semanas con bajas de fallecimientos, afirmó Fernández. Argentina, de 45 millones de habitantes, registra cerca de cinco millones de contagios y 107.000 decesos desde el inicio de la pandemia.
“Cuanto más vacunemos, cuanto más nos cuidemos, más podremos sostener nuestros logros y podremos avanzar en aperturas sostenidas y progresivas”, afirmó Fernández.
Se ampliará “poco a poco” la cantidad de personas que puedan reunirse, y se avanzará en la presencialidad escolar.
El siguiente paso, “cuando la situación lo permita, será el regreso del público con aforos progresivos a eventos masivos, deportivos y recitales al aire libre”, y se apunta además a abrir las fronteras para turistas extranjeros con vacunación completa, “empezando con países de la región”, dijo.
“La vacuna es la mejor política económica”, insistió Fernández. En ese sentido, sostuvo que Argentina está “en pleno camino de recuperación económica” y pronosticó que el país crecerá “alrededor del 7%” en el 2021 y 4,5% en el 2022.
VACUNAN A CASTILLO
El presidente peruano, Pedro Castillo, en el cargo desde la semana pasada, recibió ayer la primera dosis contra el covid-19, durante un operativo de inoculación masiva organizado en un barrio popular en el noreste de Lima.
El mandatario, de 51 años, y su esposa Lilia Paredes, de 48 años, recibieron la vacuna fabricada por el laboratorio chino Sinopharm. “He venido a vacunarme con esta vacuna Sinopharm porque tengo fe no solamente en esta, sino en todas las vacunas”, dijo Castillo, para despejar dudas sobre una supuesta ineficacia de la inmunización proporcionada por el medicamento biológico chino. En enero pasado, durante la campaña electoral, Castillo debió suspender su agenda política tras ser diagnosticado con el covid-19. En ese entonces el ahora presidente no figuraba en ninguna encuesta como favorito para ganar las elecciones.