La Habana, Cuba. AFP.
“Migajas” para algunos, “muy buenas medidas” para otros. Los cubanos recibieron con satisfacción este jueves las primeras concesiones del gobierno después de las históricas manifestaciones del 11 de julio, pero las consideran aún insuficientes. La principal medida que tomó el gobierno comunista fue autorizar a los cubanos a que ingresen al país alimentos, productos de higiene y medicamentos, sin límites de valor y libre de pago de aranceles, hasta fin de año. Facilitar la libre importación de productos de primera necesidad era uno de los principales reclamos de la población cubana, enfrentada a una fuerte escasez de alimentos y medicinas, agravada por la crisis económica que castiga al país, la peor en 30 años.
En las calles de La Habana, todavía bajo fuerte presencia policial y militar después de las revueltas más violentas que ha enfrentado la revolución desde que triunfó en 1959, los cubanos volvían a su cotidianidad y respiraban aliviados ante la posibilidad de poder comprar suministros fuera de la isla. “Hace mucha falta en este momento, tanto el medicamento como los alimentos y cosas de higiene como tal, para poder suavizar esta situación en la que estamos (...) que no es nada fácil”, explica Darianna Guivert, de 32 años, empleada en el sector de la salud.
“NO QUEREMOS MIGAJAS”
El domingo, miles de cubanos se volcaron a las calles de 40 ciudades y pueblos de todo el país al grito de “Tenemos hambre”, “Libertad” y “Abajo la dictadura”. “No queremos migajas, queremos libertad y la queremos yaaa”, señaló en Twitter la noche del miércoles la periodista cubana Yoani Sánchez, directora del periódico digital opositor 14yMedio. Su tuit fue compartido 3.000 veces. En otro tuit que lanzó la mañana de este jueves insistió en que “la libertad no cabe en una maleta” de viaje.