El presidente Joe Biden urgió el lunes al gobierno comunista de Cuba a no recurrir a la violencia contra las protestas callejeras y manifestó el apoyo de Estados Unidos a los manifestantes. “Hacemos un llamado al gobierno de Cuba para que se abstenga de la violencia”, dijo. En un comunicado anterior, había pedido a las autoridades cubanas “escuchar a su pueblo”. “Estamos con el pueblo cubano y su claro llamado a la libertad y al rescate de las trágicas garras de la pandemia y de las décadas de represión y sufrimiento económico al que han sido sometidos por el régimen autoritario de Cuba”, declaró Biden. “Estados Unidos pide al régimen cubano que, en lugar de enriquecerse, escuche a su pueblo y atienda sus necesidades en este momento vital”.
Por su parte el gobierno cubano acusa a EEUU de estar detrás de las protestas del domingo en la isla. El presidente Miguel Díaz-Canel dijo que las sanciones económicas de EE.UU eran la causa de y las calificó de “política de asfixia económica para provocar estallidos sociales en el país”.
La reacción de la administración Biden no se hizo esperar: el secretario de Estado, Antony Blinken dijo: “Sería un grave error que el régimen cubano interpretara lo que está sucediendo en decenas de pueblos y ciudades de la isla como resultado o producto de cualquier cosa que haya hecho Estados Unidos”, expresó. “Simplemente no están escuchando las voces y la voluntad del pueblo cubano, gente que está profundamente cansada de la represión que se extiende desde hace demasiado tiempo”, dijo. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que los disturbios eran “expresiones espontáneas de personas agotadas del gobierno cubano”. Los manifestantes reaccionan “a la cruda realidad de la vida cotidiana en Cuba, no a gente de otro país”, afirmó.
“EL MALECONAZO”
Muchos de los que protestaron el domingo en Cuba no habían nacido o eran niños cuando La Habana se estremeció con el inédito “Maleconazo” en agosto de 1994, la única protesta masiva que enfrentó Fidel Castro después del triunfo de la revolución en 1959. Es Se trata del antecedente más cercano a las del domingo en decenas de ciudades de la isla en las que miles de cubanos, hartos de la escasez de alimentos y medicinas, salieron a protestar al grito de “Tenemos hambre”, “Libertad” y “Abajo la dictadura”.
RECUERDAN CRISIS DE LOS BALSEROS
Tras la desaparición de la Unión Soviética y su bloque comunista, Cuba cayó en una profunda crisis económica, que el gobierno denominó oficialmente Periodo Especial. La isla virtualmente se paralizó en 1993, su peor año económico. Se convocó la gente en el Malecón esperando yates prometidos desde los EEUU que no llegaron, los ánimos se caldearon y comenzaron las protestas, que fueron reprimidas. Los disturbios se extendieron por toda la parte central del Malecón, donde se rompieron vidrieras y se saquearon algunas tiendas, como también ocurrió este domingo. Una semana después, el 11 de agosto, Fidel Castro dio la orden a sus tropas guardafronteras de no impedir las salidas ilegales del país, dando inicio a la crisis de los balseros, en la cual emigraron 34.000 cubanos en un mes, y por la que La Habana llegó a un acuerdo migratorio con Washington.