París, Francia. AFP.
Autorizados a regresar a Francia desde el 9 de junio pasado por un gobierno francés deseoso de reactivar un sector crucial de su economía, se comienzan a ver nuevamente estadounidenses en los lugares más turísticos de la capital francesa: Montmartre, la Basílica del Sagrado Corazón, la Torre Eiffel o el Trocadero. A principios de junio, antes de emprender una gira europea para promover Francia como destino turístico, el secretario de Estado francés a cargo de esta cartera, Jean-Baptiste Lemoyne, instó a una treintena de embajadores franceses a “generar ganas” de venir entre los turistas extranjeros.
Para poder pisar suelo francés, los ciudadanos de Estados Unidos –país que fue catalogado “naranja”; es decir, un nivel intermediario entre verde y rojo– deben estar vacunados. Aun así, deben presentar un test covid negativo. Los que no están vacunados necesitan tener un motivo “imperioso” para viajar, presentar una prueba negativa y autoaislarse durante 7 días.
Antes de la crisis sanitaria, Francia acogía a más de 4 millones de turistas al año. Estados Unidos ocupaba el noveno lugar del mundo en cuanto a origen, pero el primero extraeuropeo.