Genève, Suiza. AFP.

El presidente ruso, Vladimir Putin, y su par estadounidense, Joe Biden, se mostraron moderadamente satisfechos ayer miércoles tras su primera cumbre en Ginebra, que buscaba rebajar la tensión, aunque el mandatario norteamericano trazó una línea roja en torno a futuros ciberataques. “Las conversaciones fueron absolutamente constructivas”, dijo en rueda de prensa Putin sobre la reunión de tres horas y media con Biden, quien en una conferencia de prensa distinta calificó de “bueno” y “positivo” el tono de la cumbre.

Pero, en una clara ruptura con la ambigüedad de su predecesor Donald Trump, el mandatario estadounidense aseguró que advirtió claramente a su par ruso contra los ciberataques y la injerencia rusa. “Le dije claramente que no toleraríamos los intentos (...) de desestabilización de nuestras elecciones democráticas y que responderíamos”, aseguró Biden, en una referencia a la presidencial del 2016.

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El dirigente norteamericano también le entregó una lista de 16 “infraestructuras críticas” (energía, distribución de agua,...) que, en su opinión, son “intocables”. Preguntado al término de la rueda de prensa por qué pensaba que Putin iba a cambiar su comportamiento, se enfureció y dijo que nunca había sugerido tal cosa.

Ambos mandatarios también acordaron iniciar un diálogo sobre “ciberseguridad”.

NADA DE GUERRA FRÍA

Biden había propuesto al inicio de las discusiones a su homólogo ruso una relación más “previsible”, estimando que “dos grandes potencias” debían gestionar sus desacuerdos de forma “racional”. Sobre Joe Biden, el jefe de Estado ruso dijo que era “una persona constructiva, equilibrada”. “Algo que me esperaba”, comentó. Y sobre Vladimir Putin, su homólogo dijo que “lo último que quiere ahora es una Guerra Fría” con Estados Unidos, aunque reconoció las diferencias sobre la cuestión de los derechos humanos. El ruso lanzó ante los periodistas una larga crítica contra Estados Unidos, evocando desde el ataque al Congreso el 6 de enero al bombardeo de civiles en Afganistán, pasando por la violencia policial contra la minoría afroamericana.

“Son comparaciones ridículas. Una cosa es que criminales rompan un cordón policial (…), otra es que el pueblo desfile hacia el Capitolio y denuncie que no se le deja hablar libremente”, le respondió Biden. El estadounidense, que antes de viajar a Ginebra se reunió con sus aliados del G7, la OTAN y la Unión Europea (UE), había advertido esta semana que la muerte del opositor ruso Alexéi Navalni “deterioraría las relaciones”.

REGRESO DE SUS RESPECTIVOS EMBAJADORES

El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo ayer miércoles que su país y Estados Unidos acordaron el regreso de sus respectivos embajadores, después de reunirse con su par Joe Biden en Ginebra. Las relaciones diplomáticas entre Moscú y Washington estaban muy degradadas desde que el actual mandatario estadounidense llegó al poder en enero. Después de que Biden comparara a Putin con un “asesino”, Rusia llamó a consultas en marzo a su embajador Anatoli Antonov y dijo que su par estadounidense en Moscú, John Sullivan, debería regresar a Washington. Sullivan abandonó Moscú en abril cuando ambos países anunciaron una ola de sanciones y de expulsiones de diplomáticos. “Regresarán a su lugar de trabajo. Cuándo exactamente es una cuestión puramente técnica”, dijo Putin.

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