Cali, Colombia. AFP.
Al menos 13 personas murieron el viernes en la ciudad de Cali, donde se desplegó al ejército tras la jornada más violenta que deja hasta el momento el estallido social contra el gobierno en Colombia, según un balance actualizado de autoridades civiles.
“La fiscalía nos reporta 13 homicidios en el día de ayer”, dijo en rueda de prensa el alcalde de Cali (suroeste) Jorge Iván Ospina. Más temprano, el secretario de seguridad, Carlos Rojas, había informado sobre 10 muertes en el marco de las protestas que completan un mes y han sido duramente reprimidas. Al menos ocho de las víctimas murieron por arma de fuego, según la policía.
Ospina agregó que “un número muy importante de las muertes que hemos tenido el 28 de mayo han estado asociadas (...) a esta situación del paro nacional”. La violencia comenzó temprano, cuando una turba linchó a un funcionario de la Fiscalía que había matado a dos manifestantes por impedirle el paso en una avenida bloqueada. Luego, se vieron en múltiples videos a civiles disparando fusiles junto a policías.
“En el sur de la ciudad tuvimos un verdadero escenario de confrontación y de casi una guerra urbana donde muchas personas no solamente perdieron la vida, sino que también tuvimos una importante cantidad de lesionados”, lamentó Rojas. En un mes, el funcionario contabilizó 550 heridos.
Cali, con unos 2,2 millones de habitantes, es epicentro de violentas protestas y bloqueos de vías que exasperan a una parte de la población. Arrinconado por las protestas, el presidente Iván Duque ordenó desplegar el ejército en la ciudad bajo la figura de asistencia militar que faculta a los soldados a apoyar a la policía en las tareas de vigilancia. En un mes de protestas masivas han muerto por lo menos 59 personas, según el recuento de autoridades civiles. Hasta antes del viernes, la Defensoría del Pueblo había informado sobre 46 víctimas mortales. Los heridos superan los 2.300 entre manifestantes y uniformados, según el Ministerio de Defensa.
La ONG Human Rights Watch asegura haber recibido “denuncias creíbles” de 63 muertes, 28 de ellas relacionadas directamente con las manifestaciones.
BAJO CONTROL MILITAR
Los militares comenzaron el sábado a reforzar la seguridad en Cali, la tercera ciudad de Colombia, ante la violencia que cobró la vida de 13 personas en el marco de las protestas que estallaron hace un mes contra el gobierno de Iván Duque. Apenas unos pocos vehículos y personas se veían en las calles donde el viernes se enfrentaron manifestantes, policías y civiles armados hasta con fusiles. Restos de barricadas y grandes cantidades de escombros reflejan el caos que envolvió a esta ciudad de 2,2 millones de habitantes, bajo toque de queda nocturno. Trece personas murieron en diferentes episodios, entre ellas un funcionario de la fiscalía que mató con su arma a dos manifestantes que bloqueaban una vía. La turba se abalanzó sobre el hombre –que estaba fuera de servicio– y lo linchó, según el ente investigador.