El papa Francisco lanzó este domingo llamados a la paz en Birmania y Oriente Medio, advirtiendo particularmente contra la “espiral de muerte y destrucción” en el conflicto palestino-israelí. En una misa especial por Birmania, celebrada de mañana en la basílica de San Pedro, el papa volvió a reiterar sus llamados a cesar la violencia en el cuarto mes de sangrienta represión por parte de la junta militar contra la población civil.

Esta misa tuvo lugar tras varios llamados a la paz lanzados en estos últimos meses por Francisco, quien visitara Birmania en noviembre del 2017, en la primera visita papal a una nación predominantemente budista. En su homilía, el sumo pontífice argentino, de 84 años, evitó denunciar abiertamente al régimen militar birmano, que derrocó al gobierno electo de Aung San Suu Kyi el pasado 1 de febrero, y pidió a los fieles que sean “firmes en la verdad”. Instando a no perder la esperanza.

“Queridos hermanos y hermanas, mientras Myanmar, vuestro amado país, está marcado por la violencia, el conflicto y la represión, nos preguntamos: ¿Qué debemos cuidar? En primer lugar, cuidar la fe”, declaró. Francisco lanzó un llamado a la unidad, calificando a la división entre las comunidades religiosas de “enfermedad mental”. “Sé que algunas situaciones políticas y sociales son más grandes que ustedes, pero el compromiso por la paz y la fraternidad nace siempre de la base. Cada uno, en lo pequeño, puede hacer su parte”, destacó posteriormente.

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