América Latina continúa reforzando las medidas sanitarias para poner freno a una brutal ola de covid-19 que afecta sobre todo a Brasil, donde el viernes brotaron nuevas esperanzas con los anuncios de dos proyectos de vacunas nacionales. El coronavirus, que acumula una cifra mayor a los 24 millones de casos y más de 757.000 muertes en América Latina y el Caribe, sigue avanzando en la región, preocupada por la incidencia cada vez mayor de la variante brasileña, considerada mucho más contagiosa que la cepa original. En el gigante sudamericano ya se registraron más de 300.000 decesos y la pandemia parece desbocada.
Para intentar detenerla, el gobernador de San Pablo, João Doria, anunció que el prestigioso Instituto Butantan (que ya fabrica la china CoronaVac por un acuerdo) está desarrollando la primera vacuna local, llamada ButanVac, con la expectativa es producir 40 millones de dosis desde mayo y empezar a aplicarla en julio. Pero antes debe obtener autorización del regulador sanitario para empezar sus ensayos clínicos en abril. También espera luz verde para pruebas un proyecto surgido de entre una quincena que el gobierno de Jair Bolsonaro apoyó con inversiones, según anunció el ministerio de Ciencia. Se trata de la Versamune®-CoV-2FC, desarrollada por la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto, también ubicada en territorio paulista. El jueves, los contagios en el país treparon por primera vez a más de 100.000 en 24 horas, lo que hace prever un número aún mayor de muertes en el tercer país más enlutado después de Estados Unidos. Ante esa situación, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva denunció el “mayor genocidio” de la historia del país y criticó con dureza a Bolsonaro. “Si tuviera un poco de grandeza debería pedir perdón a las familias de los 300.000 muertos por coronavirus y a los millones de infectados”, dijo Lula a un semanario alemán.
Consultado a propósito de estas declaraciones, Michael Ryan, director de emergencias de la OMS, dijo: “Independientemente de la perspectiva ideológica, la mayoría de los líderes están tratando de hacer lo mejor para su gente. No siempre lo hacen a la perfección”. Pese al optimismo por las vacunas, la realidad de la pandemia ha llevado a nuevas restricciones en varios países de la región, como ocurrió también en Europa.
CONFINADOS Y AUMENTO DE CASOS
Chile, que lidera el proceso de vacunación contra el covid en América Latina, confinó a más del 80% de sus 17 millones de habitantes a partir del ayer. “Es importante que la población entienda que estamos viviendo una situación preocupante”, dijo el jueves Enrique Paris, ministro de Salud de Chile, donde el viernes se registró la mayor cifra diaria de contagios desde el inicio de la pandemia, con un récord de 7.626 nuevos casos. En la red integrada de salud hay un 95% de ocupación en las unidades de cuidados intensivos. En Argentina, la última cifra de contagios diarios ascendió el viernes a casi 13.000, la mayor marca desde enero. Así, acumuló 2,29 millones de infecciones y 55.235 muertes desde el comienzo de la crisis. El jueves el gobierno había anunciado la suspensión de vuelos regulares con Chile, Brasil y México desde el sábado, mientras se mantienen cerradas las fronteras a turistas.