Uruguay endurece las medidas restrictivas para evitar el aumento de los casos de covid-19 en el país, cerrando desde ayer todas sus fronteras aéreas, marítimas y terrestres. El gobierno de Luis Lacalle Pou ordenó el despliegue de más de 500 efectivos militares del Ejército y de la Armada en las zonas limítrofes con Argentina y Brasil para un riguroso control en 25 puestos de vigilancia. Se permitirá el ingreso para las excepciones de transporte de carga y ayuda humanitaria.

“Vamos a ser muy estrictos con el cumplimiento de la ley, así que tanto en los 25 puestos de control en todo el perímetro del país como en lo que significa los puentes van a estar cerrados y al tiempo recordamos que están prohibidos los vuelos particulares y todo medio de transporte terrestre y marítimo”, advirtió el ministro de Defensa, Javier García.

Explicó que en la frontera con Brasil, especialmente, se da el “fenómeno” de la “vida binacional”, en la que ciudadanos uruguayos se trasladan a Brasil a trabajar y viceversa, por lo que señaló que en esos casos se solicitará, como medida de comprobación, los documentos de identidad y se revisarán los movimientos migratorios.

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REUNIONES

Asimismo, ante el alza de infecciones que se registra en el país en las últimas semanas, entró en vigor la ley que limita el derecho de reunión “cuando se esté notoriamente atentando contra la salud”. En casos de desobediencia, se aplicará una multa que oscilará entre 30 y 1.000 Unidades Reajustables (de unos 922 a 30.700 dólares). “Esto implica la responsabilidad de cada uno de los uruguayos. La ley que acaba de aprobarse es para cuidar a la gente a la salud y la vida y por eso hay que asumir una decisión frente a los intereses en juego aun a costa de poder limitar algún tipo de derecho”, afirmó, por su parte, el ministro del Interior, Jorge Larrañaga. “Aquí está en juego la salud de la gente y no es posible que gente irresponsable y que actúe con indolencia ponga en riesgo la salud de todos”, agregó.

A PUNTA EN AVIONES PRIVADOS

Entre el viernes y el domingo, más de 60 aeronaves privadas llegaron al aeropuerto de Punta del Este antes del cierre de las fronteras, decretado por el gobierno uruguayo ante el aumento de casos de covid-19. Casi la totalidad de las operaciones del pasado fin de semana fueron vuelos privados y taxis aéreos que partieron desde el aeropuerto internacional San Fernando de la provincia de Buenos Aires. Se estima que alrededor de 140 extranjeros ingresaron al Uruguay por la terminal área de Laguna del Sauce. En el caso de los taxis aéreos los pasajeros tuvieron la opción de contratar solo el avión o por el contrario, alquilar uno o dos asientos y compartir con otros el costo del vuelo.

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