Burdeos, Francia. AFP.

Centenares de católicos protestaron durante este fin de semana en varias localidades de Francia contra la prohibición de las misas durante el confinamiento por el covid-19, que durará como mínimo hasta principios de diciembre.

Aunque las iglesias siguen abiertas durante este segundo confinamiento en Francia, que empezó el 30 de octubre, las misas están prohibidas.

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Unos 300 fieles se concentraron el domingo delante de la catedral de Burdeos (suroeste) para exigir que les dejen celebrar esta ceremonia.

Los manifestantes, que iban casi todos con mascarilla, hicieron plegarias y cánticos y se concentraron en gran número, a pesar de la prohibición de las reuniones públicas en la calle durante el confinamiento.

Unas 250 personas ya se habían manifestado el sábado delante de la catedral de Rennes (noroeste), mientras que protestas similares tuvieron lugar en Estrasburgo o Nantes durante esta semana.

Las autoridades prohibieron por motivos sanitarios una concentración enfrente de la iglesia de San Sulpicio en París, pero algunos católicos desobedecieron esta orden y el viernes organizaron una misa callejera en el exterior de este famoso templo parisino.

Pese a las numerosas restricciones en Francia para frenar el coronavirus, las iglesias pueden seguir celebrando entierros y bodas, con una presencia máxima de 30 y 6 personas respectivamente.

El Consejo de Estado, la mayor instancia judicial a nivel administrativo en Francia, rechazó el sábado un recurso presentado por grupos católicos contra la prohibición de las misas.

El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, advirtió que no tolerará un segundo fin de semana consecutivo con manifestaciones ilegales de los católicos.

“La vida es lo más importante de todo y la vida es luchar contra el coronavirus”, declaró Darmanin el viernes durante una entrevista en la emisora de radio pública France Info.

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