Waterford, Estados Unidos. AFP.
El presidente estadounidense, Donald Trump, vivió este domingo una jornada maratónica con cinco mítines en cinco estados clave para las elecciones, mientras que su rival demócrata, Joe Biden, centró sus esfuerzos en Pensilvania, otro lugar crucial, a dos días de los comicios.
A sus 74 años, a un mes de haber contraído covid-19 y tras cientos de reuniones de campaña, el presidente republicano no muestra ninguna señal de cansancio en su carrera por conseguir un segundo mandato y realizó un recorrido de más de 3.500 km este domingo.
Su jornada lo llevó por Míchigan (norte), Iowa (centro), Carolina del Norte (este), Georgia y Florida (sureste). El lunes también dará cinco mítines en cuatro estados.
En contraste, su rival demócrata, el católico practicante Biden, estuvo en Pensilvania (noreste) el domingo, rodeado de líderes religiosos, para movilizar a los votantes en este otro estado clave.
El sábado, el presidente estuvo en ese mismo estado industrial capaz de decidir el resultado de las elecciones, y que en el 2016 ganó con muy poca ventaja sobre su entonces rival demócrata, Hillary Clinton.
El último domingo antes de las elecciones, Biden espera convencer a los católicos que votaron por Trump en el 2016.
“Mi fe ha sido una inconmensurable fuente de consuelo en tiempos de dolor y una inspiración diaria para luchar contra el abuso de poder en todas sus formas”, dijo en Twitter.
Al igual que Trump y Biden, más de 93 millones de estadounidenses han emitido su voto anticipado, de los más de 230 millones de electores del país.
COVID-19 EN EL DEBATE
“Cuatro años más, cuatro años más”, gritaron el sábado los seguidores del magnate Trump reunidos en cuatro ciudades de Pensilvania, mientras el mandatario restaba importancia a la gravedad del covid-19, aun cuando el número de infecciones en el país sigue batiendo récords.
La pandemia se ha cobrado más de 230.000 vidas en Estados Unidos, el país más afectado del mundo.
Al contrario de Trump, Biden respeta las medidas de precaución, lo que ha llevado al equipo del presidente, que difunde rumores sobre el estado físico y mental del demócrata, a acusarlo de “esconderse en su sótano”.