Manila, Filipinas. AFP.

Al menos diez personas murieron en Filipinas tras el paso del tifón Goni, el más poderoso de este año, que se abatió este domingo sobre el archipiélago, donde las autoridades hablan de condiciones “catastróficas” en algunas regiones, tras haber evacuado a cerca de 400.000 personas. El tifón tocó tierra en la isla de Catanduanes hacia las 5:00 (21:00 GMT del sábado), con vientos de hasta 225 km/h y ráfagas a 310 km/h que arrancaron tejados, árboles y provocaron inundaciones.

Unas horas antes de alcanzar al archipiélago, Goni entró en la categoría de supertifón, pero al avanzar sobre la isla de Luzón, en dirección a Manila, perdió fuerza, según la agencia meteorológica filipina, que había anunciado “vientos de una violencia catastrófica y lluvias intensas y torrenciales”.

Catanduanes y Albay fueron las provincias más afectadas, donde la agencia meteorológica había advertido de “daños catastróficos debidos al viento”.

Al menos nueve personas murieron, una de ellas un niño de cinco años, en la provincia de Albay, y una en Catanduanes, informó Defensa Civil en un comunicado.


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