Macon, Estados Unidos | AFP

El presidente Donald Trump buscó el viernes recuperar terreno en la carrera por la Casa Blanca, con mitines en Georgia y Florida, donde predijo una “ola” republicana en las elecciones del 3 de noviembre, a pesar de las encuestas que dan ventaja a su rival Joe Biden. A 18 días de las elecciones, Trump hizo campaña en estos dos estados que ganó hace cuatro años, pero en los que ahora podría imponerse el candidato demócrata. En efecto, los sondeos no son promisorios para el mandatario que busca la reelección, aunque Trump los califica de “falsos”. “Vamos a presenciar una ola roja [el color de los republicanos, ndlr] de un tamaño sin precedentes”, lanzó en un mitin en Ocala, Florida, un estado que debe ganar si quiere reunir los votos necesarios en el colegio electoral para obtener un segundo mandato de cuatro años. Además de estar rezagado en las encuestas, la crisis por el coronavirus parece profundizarse con un aumento en el ritmo de contagios en el país. Ante una multitud que lo vitoreaba en Ocala, Florida, Trump dejó de lado el coronavirus y lanzó una diatriba sobre la inmigración, la raza y contra Biden, a quien acusa de corrupción. “Joe Biden es un desastre” y “un político corrupto”, dijo. Los demócratas “no tienen más que desdén por vuestros valores” y “quieren convertir a Estados Unidos en un país comunista”.

INMIGRANTES LATINOS

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Después lanzó sus comentarios contra los migrantes latinoamericanos, afirmando que los demócratas “inundarán sus comunidades con [inmigrantes] ilegales, drogas y crimen”. “Es hora de que enviemos un mensaje a estos ricos hipócritas liberales”, dijo luego ante una multitud de seguidores en Macon, Georgia. Y arremetió contra la congresista demócrata somalí-estadounidense Ilhan Omar, que suele criticarlo abiertamente: “odia a nuestro país” y “viene de un lugar que ni siquiera tiene un gobierno”. Tampoco ahorró veneno para los periodistas, a quienes volvió a llamar “enemigos del pueblo”. En medio del optimismo, Trump pareció reconocer que las cosas podrían no resultarle al final. “Competir contra el peor candidato en la historia de las presidenciales pone presión sobre mí. ¿Se pueden imaginar si pierdo?”, asomó.

“¿Qué haré? No me sentiré muy bien. Quizás me tenga que ir del país. No lo sé”.

De su lado, Biden pasó el día en Michigan, un estado del norte que el republicano ganó por poco en 2016 pero donde las encuestas lo muestran ahora rezagado.

VOTACIONES ANTICIPADAS:CIFRA RÉCORD

Una escena se repite prácticamente por todo Estados Unidos: largas filas de electores depositando por adelantado su voto para las elecciones presidenciales, respondiendo al llamado de movilización de los demócratas y por miedo a la pandemia del coronavirus, a menos de tres semanas de los comicios. Más de 25 millones de estadounidenses habían votado hasta el viernes a las 15H00 GMT, por correo o en persona, según un conteo del US Elections Project, un sistema de estadísticas electorales en línea de la Universidad de Florida. Estas cifras récord se producen en medio de una elección fuertemente polarizada entre el multimillonario republicano Donald Trump, que se presenta a un segundo mandato, y el demócrata Joe Biden, que actualmente lidera las encuestas nacionales. Aunque las cifras están actualmente a favor del ex vicepresidente de Barack Obama, la elección aún no se ha decidido según los analistas.

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