Madrid, España. AFP.
Los bancos europeos han quedado sumidos en el segundo trimestre del año en la tormenta económica que desató la pandemia del nuevo coronavirus, y registran enormes pérdidas, una explosión de provisiones y un riesgo de impagos. El español Banco Santander, segundo por capitalización bursátil en la zona euro, anunció el miércoles la primera pérdida neta de su historia, que alcanza la suma gigantesca de 11.130 millones de euros. Las desastrosas perspectivas económicas para la economía mundial han obligado al banco a revisar a la baja el valor de varias de sus filiales, en especial en Reino Unido, adquiridas a alto precio en los años 2000. “Con la crisis actual, las perspectivas de beneficios que estas adquisiciones supuestamente iban a generar están ahora muy depreciadas”, explica a la AFP Eric Dor, director de estudios económicos del Ieseg School of Management en Paris y Lille. En total, el impacto negativo en las cuentas del Banco Santander es de más de 10.000 millones de euros. Y para el conjunto del primer semestre, las provisiones del banco español para riesgo de créditos no pagados aumentó en más del 60% a 7.000 millones de euros.
Los demás pesos pesados europeos están confrontados al mismo problema. El primer banco alemán Deutsche Bank cuadruplicó sus inversiones para riesgos en el segundo trimestre, y registró una nueva pérdida neta de 77 millones de euros. En Reino Unido, Barclays ha visto como caía su beneficio neto en el segundo trimestre un 91%, tras haber “provisionado” 1.600 millones de libras suplementarias para hacer frente al riesgo de impagos. En total, las provisiones del banco británico alcanzan 3.700 millones de euros en el primer semestre.
DIVIDENDOS POSTERGADOS
“Las consecuencias de la pandemia del coronavirus provocarán una fuerte alza de las pérdidas en créditos no recuperables en los bancos europeos. Los préstamos a las pequeñas y medianas empresas, y al consumo, sin garantías, serán los más duramente afectados”, analiza la agencia de calificación financiera Moody’s en un reciente informe. Con sus cuentas sometidas a gran presión, Barclays esperará hasta el final del ejercicio para pronunciarse sobre un pago de dividendos, que moviliza mucho capital.
Por su lado, Santander contempla un pago de dividendo 2019 bajo forma de acciones, postergando el pago en líquido “hasta el momento en que las condiciones del mercado se hayan normalizado”.