Río de Janeiro, Brasil, AFP.

El ministro brasileño de Salud renunció ayer por “incompatibilidades” con el presidente Jair Bolsonaro en la lucha contra el nuevo coronavirus, incrementando las incertidumbres de una población sometida a órdenes contradictorias en pleno auge de la pandemia.

El oncólogo Nelson Teich, de 62 años, duró menos de un mes en el cargo. El 17 de abril había reemplazado a Luiz Henrique Mandetta, otro médico, favorable a medidas de aislamiento social que según Bolsonaro pueden ser peores que la enfermedad, debido a sus consecuencias económicas.

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Teich “pidió ser exonerado del cargo esta mañana (ayer). Por la tarde anunciará una conferencia de prensa”, indicó una nota del ministerio, sin mayores explicaciones.

Una fuente ministerial dijo a la AFP que la dimisión se debió a “algunas incompatibilidades” con Bolsonaro en la estrategia contra la pandemia, que hasta el momento dejó más de 14.000 muertos en Brasil.

Al asumir, Teich había prometido un “alineamiento total” con el mandatario ultraderechista, pero en los últimos días las discordancias entre ambos se hicieron manifiestas.

Según la fuente ministerial, la gota que colmó el vaso fue la presión de Bolsonaro para que el ministerio autorizase el uso de la cloroquina en el estadio inicial del tratamiento a pacientes contagiados por el nuevo coronavirus, pese a que las pruebas con ese medicamento no se revelaron concluyentes.

El ministro sufrió un serio desplante la semana pasada, cuando Bolsonaro incluyó, sin consultarlo, a los gimnasios y peluquerías en la categoría de “actividades esenciales” que podrían permanecer abiertas en estados donde los gobernadores impusieron medidas de cuarentena o aislamiento social.

El gobernador de San Pablo, Joao Doria, que promueve medidas de aislamiento, lamentó la salida de Teich y afirmó que Brasil se halla “a la deriva”. “Otro ministro de la Salud, que cree en la ciencia, deja el gobierno de Bolsonaro.

LULA TEME UN “GENOCIDIO”

El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo en una entrevista con la AFP que “reza” para que “el pueblo brasileño escape de este genocidio causado por responsabilidad de [Jair] Bolsonaro”, al criticar las políticas del mandatario de ultraderecha ante el avance del coronavirus. “El gobierno transforma a quienes están preocupados por el coronavirus en enemigos y eso no puede dar buenos resultados”, advirtió Lula, de 74 años, refiriéndose a los ataques de Bolsonaro contra los gobernadores que decretaron medidas de cuarentena, por sus implicaciones económicas. El ex líder sindical, que dirigió las huelgas de fines de los años 70 contra la dictadura militar (1964-85), se mostró por otro lado alarmado por la fuerte presencia de militares en el gobierno del ex capitán quien, según dijo, “no confía en los civiles”. El ex mandatario (2003-2010) vive confinado en su casa de las afueras de San Pablo junto a su compañera Rosângela da Silva, “Janja”.

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