Pese a ser dos grandes potencias, Estados Unidos, con 1.358.000 infectados, y Brasil, con 172.243, juntos sumaban hasta ayer el 36,1% de los 4.233.504 casos de Covid-19 en todo el mundo. Llamativamente, ambos países, uno en el norte y el otro en el sur de América, reúnen por lejos la mayor cantidad de contagiados en cada región.
Consultada sobre este fenómeno, la portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Harris, respondió ayer que “las advertencias que hizo el organismo desde el principio de la epidemia no fueron tomadas en serio por ambos países”, según publicó el medio digital RT.
La nota también resalta que Estados Unidos es la nación que más casos de Covid-19 del mundo con más de 1,3 millones de infectados y más de 80.000 muertes y agrega que semanas atrás, el presidente Donald Trump había acusado a la OMS de un “grave mal manejo y el encubrimiento de la propagación del coronavirus”, sin olvidar que también anunció que dejaría de financiar la organización mientras se realiza una revisión para evaluar el actuar de la institución.
En Brasil, el país latinoamericano más afectados por la pandemia con aproximadamente 172.200 contagiados y unos 12.000 fallecidos, su presidente Jair Bolsonaro es actualmente duramente cuestionado por su manejo de las medidas sanitarias, que incluso pueden desencadenar una severa crisis política.
ADVERTENCIA
Anthony Fauci, el principal consejero médico del gobierno de Donald Trump, advirtió ayer que un desconfinamiento precoz puede tener consecuencias serias y provocar “muertes y sufrimientos que son evitables”, defendiendo la cautela en un tema que genera polémica en Estados Unidos, según publica la AFP. “El reputado epidemiólogo, muy popular en Estados Unidos ya que emite un mensaje de calma y de control, forma parte de una comisión que compareció ayer de forma virtual ante el Senado sobre la crisis sanitaria que ha dejado más de 80.000 muertos en el país”, expresó la agencia. Agregó que el médico se dijo preocupado de que algunos estados o ciudades avancen, sin seguir una directiva del gobierno que recomienda esperar una caída sostenida de los casos durante dos semanas.