Kabul, Afganistán | AFP
Las fuerzas estadounidenses en Afganistán advirtieron ayer a los talibanes de que habrá una “respuesta” si sigue la violencia, que está poniendo en peligro el camino a la paz en ese país devastado por la guerra civil.
En una inusual carta abierta, de dos páginas, dirigida a las partes en conflicto, el portavoz de las fuerzas de Estados Unidos, el coronel Sonny Leggett, explicó a los insurgentes que “el retorno a la vía política” es imprescindible.
“Si la violencia no puede ser acallada, entonces efectivamente habrá una respuesta”, indicó Leggett al portavoz talibán, Zabihullah Mujahid.
“Todas las partes deben volver a la vía política (…) Los afganos tienen que sentarse y empezar a hablar juntos del futuro de Afganistán”, advirtió.
CONSECUENCIAS
El general Scott Miller, que dirige las fuerzas estadounidenses y de la OTAN en Afganistán, ya advirtió el pasado 28 de abril que la continua violencia en el país traería consecuencias.
Según los términos de un acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes firmado el 29 de febrero, los insurgentes se comprometían a cesar sus ataques contra las tropas extranjeras, y además a iniciar conversaciones de paz con Kabul, tras un intercambio de prisioneros. A cambio, Estados Unidos y sus aliados abandonarían Afganistán catorce meses después de la firma del acuerdo.
COMPROMISO VERBAL
Los talibanes se comprometieron verbalmente a reducir la violencia en un 80%, y a interrumpir los ataques en las zonas urbanas, aseguró Legget. En lugar de ello, se ha producido un “incremento drástico”, explicó. Las fuerzas afganas reciben un promedio de 55 ataques diarios, según fuentes oficiales en Kabul.
El intercambio de prisioneros se ha visto interrumpido, ya que el gobierno central teme que los guerrilleros más radicales vuelvan a tomar las armas.
En una corta respuesta, el portavoz talibán criticó las “declaraciones provocadoras”. “Estamos comprometidos por nuestro lado, honraremos nuestras obligaciones”, aseguró Mujahid en Twitter.