Washington, Estados Unidos. AFP.

La cifra de muertes en Estados Unidos por la pandemia del nuevo coronavirus superó las 50.000 ayer, según el conteo de la Universidad Johns Hopkins, usado como referencia. De acuerdo con este cálculo, se reportaron en el país 50.031 fallecimientos y 870.000 casos confirmados de COVID-19 desde el inicio de la crisis sanitaria global.

En Estados Unidos, el país más golpeado por el virus, hubo 3.176 muertes en 24 horas hasta las 00H30 GMT de ayer viernes, una de las cifras diarias más altas alrededor del mundo, de acuerdo con los datos compilados por Johns Hopkins. Pese a los números alarmantes, varios estados, como Georgia y Texas, han comenzado a levantar las medidas de confinamiento y se preparaban para reabrir algunos negocios.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

TRUMP Y LOS DESINFECTANTES

Ayer, Donald Trump minimizó su sugerencia de inyectar desinfectantes para combatir el nuevo coronavirus al decir que hablaba con sarcasmo, luego de que la Casa Blanca acusara a los medios de sacar de contexto las declaraciones del mandatario estadounidense. “Estaba preguntando sarcásticamente a reporteros como tú, solo para saber qué pasaría”, dijo Trump a un periodista en la Casa Blanca.

El jueves, durante la conferencia de prensa diaria sobre el COVID-19, Trump se volteó y dijo a los expertos que lo acompañaban: “Observo que el desinfectante lo noquea (al coronavirus) en un minuto. Un minuto. ¿Habría una posibilidad de hacer algo así con una inyección al interior, como una limpieza?”.

“Habrá que apelar a los médicos para esto, pero me parece interesante”, señaló el presidente, y mencionó también la posibilidad de recurrir a “los ultravioletas” o a “una luz muy potente”, que se podría proyectar “al interior del cuerpo” para combatir el coronavirus. Esa declaración generó visibles muestras de molestia en la doctora Deborah Birx, coordinadora de la célula de crisis implementada por la Casa Blanca para luchar contra la pandemia.

Déjanos tus comentarios en Voiz