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Las célebres fiestas de Oktoberfest, en Múnich (Alemania), y San Fermín, en Pamplona (España), fueron canceladas este martes, meses antes de su realización, ante las pocas esperanzas de que la pandemia de coronavirus permita su normal realización sin un riesgo elevado de contagios.
“No existe otra opción para unas fiestas tan multitudinarias e internacionales como los Sanfermines”, que estaban programados para realizarse del 6 al 14 de julio y que incluyen los populares encierros, las carreras de toros por las calles, indicó el ayuntamiento de Pamplona en una nota de prensa.
El programa festivo preveía centenares de actividades de todo tipo, como decenas de conciertos musicales, y un concurso internacional de fuegos artificiales, en una semana en la que se paraliza casi toda la actividad de esta ciudad de 200.000 habitantes y capital de la histórica región autónoma de Navarra.
El año pasado, Pamplona acogió algo más de 500 mil turistas en esas fiestas, de las que el 44% (230.000) llegaron desde otros países, según datos oficiales.
OKTOBERFEST
Por su parte, las autoridades de Baviera, en el sur de Alemania, anunciaron este martes la suspensión de la más multitudinaria fiesta de la cerveza del mundo, que debía celebrarse entre el 19 de setiembre y el 4 de octubre próximos en Múnich, su capital.
“El riesgo es sencillamente demasiado grande, no se puede trabajar con distanciamiento y mascarillas en el prado, simplemente no funciona”, dijo el jefe del Gobierno de Baviera, Markus Söder, en una comparecencia ante la prensa, al referirse al recinto donde se celebra la fiesta, el “Theresienwiese” (Prado de Teresa).
Celebrar una versión reducida de la Oktoberfest como alternativa, “no tiene sentido”, por lo que “lamentablemente, 2020 será un año sin ‘Wiesn’ (apócope de Theresienwiese)”, dijo.
Semejante anulación es algo inédito desde la II Guerra Mundial, pero la fiesta ya había sido víctima de una epidemia: entre 1854 y 1873 no se pudo celebrar debido al cólera.
Advirtió, no obstante, que en tiempos de pandemia “hay que tener mucho cuidado con las fiestas” al recordar que la estación austríaca de Ischgl, así como el carnaval en el distrito de Heinsberg, en el estado federado alemán de Renania del Norte-Westfalia, resultaron ser puntos centrales de contagio debido a la gran afluencia.