Madrid, España. AFP.
Una tímida vuelta al trabajo y un nuevo descenso en el balance diario de muertos en España dieron ayer lunes un poco de esperanza sobre la utilidad de las medidas de contención contra el coronavirus, aunque sigue su avance mundial.
La COVID-19 ha matado a más de 118.623 personas y contagiado 1,9 millones en todo el planeta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que es necesaria la puesta a punto de una vacuna “segura y eficaz” para interrumpir totalmente su propagación.
“Sabemos que la COVID-19 se propaga rápidamente y sabemos que es letal: 10 veces más que el virus responsable de la pandemia de la gripe del 2009” (A H1N1), declaró el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Llevando a las economías a la peor recesión desde 1929, el virus ha paralizado industrias y contribuido al desplome de los precios del petróleo.
Después del “histórico” acuerdo de la víspera en el que los países productores de petróleo anunciaron un recorte de 10 millones de barriles diarios en la producción a partir del 1 de mayo, el presidente estadounidense, Donald Trump, escribió este lunes que los países productores están barajando recortar “20 millones de barriles por día, no los 10 de los que generalmente se habla”.
Precisamente, Estados Unidos es el país más golpeado con más de 23.000 muertes –unos 10.000 en el estado de Nueva York– y casi 577.000 casos, mientras Europa, el continente más afectado, supera los 80.000 muertos y se acerca al millón de contagios.
Segundo más golpeado, Italia reportó este lunes 566 nuevos decesos en las últimas 24 horas y llegó al total de 20.465 muertos, según el último balance oficial, que muestra un descenso de pacientes en cuidados intensivos por décimo día consecutivo.
España, el tercero más castigado por el virus, registró en las últimas 24 horas 517 fallecidos, con lo que suma 17.628 muertos. Además de una caída en el número de decesos, observó un descenso en los contagios diarios, el más bajo desde el 20 de marzo, y cuyo total es de 169.628.