San Pablo, Brasil. AFP.
El estado brasileño de San Pablo prolongó por dos semanas sus medidas de cuarentena, pero prevé que, aun con esas restricciones, registrará unas 111.000 muertes por el nuevo coronavirus en los próximos seis meses, según un balance presentado ayer lunes.
El estado, epicentro del coronavirus en Brasil, totaliza 4.620 casos y 275 muertes por el COVID-19.
El escenario con restricciones de circulación prevé 1.300 óbitos hasta el 13 de abril, en tanto que de no aplicarse ninguna medida este número se elevaría a casi 5.000 y el semestral a 270.000, dijo el director del estatal Instituto Butantan, Dimas Covas, en rueda de prensa.
A su lado, el gobernador del estado, João Doria, prorrogó por otras dos semanas la cuarentena que entró en vigencia el 24 de marzo. Con la medida, continuarán funcionando solamente los comercios considerados esenciales como supermercados, farmacias, entre otros.
Doria dijo que la orientación para los alcaldes de los 645 municipios del estado es que “cumplan su obligación para no permitir el funcionamiento del comercio, excepto lo esencial”.
MEDIDAS
San Pablo, la capital del estado, reconoció que aumentó la circulación de personas en los últimos días, pero descartó, por ahora, adoptar medidas más rígidas para restringir los desplazamientos de los ciudadanos.
“Si continuamos viendo a la gente en las calles y reuniéndose de forma innecesaria, complementaremos el decreto con otras medidas (restrictivas), y lo anunciaremos de forma gradual”, dijo Doria.