Roma, Italia. AFP.
El número de fallecidos por coronavirus en Italia en las últimas 24 horas fue de 525, la cifra más baja en dos semanas, anunciaron ayer los servicios de protección civil. El balance representa una reducción del 25% con respecto de los decesos anunciados el sábado (681). Hasta el momento, casi 16.000 personas han muerto por coronavirus en Italia, el país más castigado del mundo por la pandemia, según las cifras oficiales.
Italia, que observa una desaceleración de la pandemia del coronavirus, piensa ya en su recuperación con un plan sanitario, aunque el gobierno advierte que el retorno a la normalidad no será de hoy para mañana.
Temiendo un relajamiento del comportamiento de la gente por la llegada de la primavera y las vacaciones de Pascua, las autoridades insisten en repetir en los últimos días: “No hay que bajar la guardia” contra el coronavirus.
“No estamos en condición de aligerar las medidas” de confinamiento, advirtió el primer ministro, Giuseppe Conte, al anunciar que Italia seguirá paralizada al menos hasta el 13 de abril.
“La emergencia no ha terminado. El peligro no ha desaparecido. Tenemos aún unos meses difíciles por delante, no desperdiciemos los sacrificios hechos”, exhortó ayer el ministro de Salud, Roberto Speranza, en una entrevista con los diarios Il Corriere della Sera y La Repubblica.
El objetivo es una vuelta a la normalidad “lo antes posible”, agregó el ministro sin dar una fecha.
EN ESPAÑA
Las señales también son alentadoras en España, que registró ayer por tercer día consecutivo un descenso en el número de fallecidos por coronavirus, con 674 muertes en las últimas horas, la cifra más baja en diez días, mientras la presión en hospitales y cuidados intensivos también se relaja.
Tras una semana fatídica, en la que se alcanzaron 950 muertes diarias el 2 de abril, las estrictas medidas de confinamiento aplicadas desde el 14 de marzo y que se deberían prolongar hasta el 25 de abril empiezan a dar sus frutos, insisten las autoridades.
El gobierno ha comenzado a hablar acerca de cómo abordar la siguiente fase de “desescalada”, para levantar paulatinamente las restricciones sin provocar una segunda oleada de contagios en el país, el segundo con más muertes del mundo por la pandemia después de Italia.
“Se trata de ser muy prudente para no desperdiciar todo el esfuerzo que ha hecho la sociedad española”, advirtió el ministro de Sanidad, Salvador Illa.