Lago Peñuelas, Chile. AFP.
Con caudales de ríos en mínimos históricos y embalses secos, la sequía golpea a la zona central de Chile, donde las comunidades locales se vuelven más vulnerables a la pandemia del coronavirus.
Una legislación laxa y años de abundancia comprometieron los caudales de las cuencas del centro del país hasta secar a la gran mayoría. “Hoy son más de 400.000 familias, cerca de 1,5 millones de personas, cuyo suministro de 50 litros de agua al día depende de camiones cisternas”, dijo a la AFP Rodrigo Mundaca, vocero del Movimiento de Defensa por el acceso al Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente.
Dilma Castillo, que reside con sus hijos en uno de los cerros que rodean a El Melón, refleja el sentimiento en esta localidad de 22.000 habitantes cercana a Valparaíso cuyo río y su embalse están secos: “Vivir sin agua es terrible”. “Lo peor es que no hay consciencia de nadie, incluso de la misma gente. Me angustia mucho porque vivir en estas condiciones es humillante”, se lamenta.
En la región Metropolitana de Santiago y en Valparaíso, las precipitaciones acumuladas el año pasado se ubicaron casi 80% por debajo del registro histórico, mientras que en la región de Coquimbo (norte) descendieron un 90%.