Brasilia, Brasil. AFP.
Un meme que circula estos días por las redes sociales brasileñas ironiza sobre la postura frente al coronavirus del presidente Bolsonaro, que contrapone salvar la economía con salvar vidas de personas consideradas de riesgo. En él, un dinosaurio está observando la llegada del meteorito que provocó la extinción de esos vertebrados y exclama: “¡Pu.. mierda, va a joder la economía!”.
Con casi la mitad de la población mundial confinada en sus casas, el mandatario sostiene que el coronavirus es una “gripecita” y se opone a las medidas de cuarentena y de distanciamiento social aplicados en casi todos los estados brasileños.
Sus diatribas e iniciativas contrarían las directrices de la inmensa mayoría de especialistas e incluso de su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta.
El domingo, Bolsonaro salió a pasear por Brasilia, entró en varios comercios, visitó un mercado popular y se sacó fotos con seguidores, generando pequeñas aglomeraciones, mal vistas en estos días. “Es una realidad, el virus está ahí. Vamos a tener que enfrentarlo, pero enfrentarlo como hombre. No como un niño. Vamos a enfrentar el virus con la realidad. Es la vida. Todos nosotros moriremos algún día”, declaró.
“Debemos tomar los cuidados pertinentes con los más viejos, con las personas del grupo de riesgo. Ahora, el empleo es esencial”, agregó. “Si se siguen destruyendo empleos, verán la desgracia. El caos, el hambre y la miseria no reciben consejos de nadie”, advirtió el lunes.
Una apuesta, la del escepticismo, que ya abandonaron, entre otros, el presidente estadounidense, Donald Trump, o el primer ministro británico, Boris Johnson, al jefe de estado brasileño le ha valido cacerolazos masivos y el enfrentamiento con casi todos los gobernadores, con políticos aliados y con representantes de los poderes Legislativo y Judicial.
El lunes, una quincena de líderes de la izquierda, hasta ahora dividida y debilitada desde la victoria de Bolsonaro, pidieron en una carta su renuncia, acusándolo de enfrentar de forma “irresponsable” la crisis del nuevo coronavirus.