La lucha para contener el avance de la pandemia del COVID-19 se libra en varios frentes, desde los laboratorios de química, con potentes microscopios, hasta recurrir al ordenador más poderoso e inteligente del mundo, que en la actualidad es la supercomputadora Summit de IBM.
Con esta herramienta la búsqueda de la vacuna contra el coronavirus puede acortarse significativamente, puesto que los investigadores del Laboratorio Nacional Oak Ridge (ORNL) del Departamento de Energía de Estados Unidos cargan datos para que la máquina realice simulaciones a velocidades sin precedentes.
Afortunadamente, el esfuerzo comienza a dar resultados positivos. En apenas 48 horas, este supercerebro identificó y estudió 77 compuestos potenciales de fármacos que servirían para contrarrestar la batalla que por el momento lleva las de ganar el COVID-19. Los trabajos son de gran importancia, puesto que en minutos brindan resultados de las simulaciones hechas por la computadora, que de la forma clásica hubieran tardado incluso años. Las variables analizadas digitalmente comprenden miles de millones de puntos de datos únicos.
Por ejemplo, los científicos cargaron los datos y simularon cómo los átomos y las partículas en la proteína viral reaccionarían ante 8.000 compuestos posibles, lo que sería impensable realizar manualmente. Lo que los investigadores pretenden es averiguar cuáles de esos compuestos tienen mayor oportunidad de hacer efecto en el desarrollo de la enfermedad.