Wuhan, China. AFP.
Varias compañías aéreas suspendieron este miércoles sus vuelos hacia China continental, donde la epidemia del nuevo coronavirus ya provocó más de 130 muertes y casi 6.000 afectados, superando la cifra de enfermos por SRAS hace casi 20 años.
Este miércoles, centenares de japoneses y estadounidenses fueron evacuados desde Wuhan (centro de China), donde en diciembre apareció el virus.
Las autoridades sanitarias anunciaron otras 26 muertes, lo que lleva el balance total a 132 fallecidos y 5.974 casos confirmados en China continental (sin contar Hong Kong).
La cifra ya supera el número de infecciones de la epidemia de Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SRAS) del 2002-2003, otro coronavirus que contaminó a 5.327 personas en el país. El SRAS dejó 774 muertos en el mundo, 349 de ellos en China continental.
Aparte de China, donde se registra la inmensa mayoría de infecciones, el coronavirus afecta a unos 15 países, a los que se sumó este miércoles Emiratos Árabes Unidos, con 4 ciudadanos chinos contaminados.
Como medida de precaución, las aerolíneas British Airways y Lufthansa, entre otras, anunciaron que suspendieron todos sus vuelos hacia China continental.
Ukraine International Airlines y Skyup Airlines (Ucrania), Air Austral (isla La Reunión/Francia), Lion Air (Indonesia) y las autoridades de Kazajistán tomaron medidas similares (incluidos autobuses y trenes).
El Reino Unido, así como EEUU y Alemania, desaconsejan a su ciudadanos viajar a China. Además, Londres anunció que aislará 14 días a quienes lleguen desde Wuhan.
EVACUACIONES
Japón y EEUU fueron este miércoles los primeros países en repatriar parte de sus ciudadanos atrapados en Wuhan.
Esta ciudad y casi la totalidad de la provincia de Hubei están aisladas del mundo desde el 23 de enero, en un intento de las autoridades de contener la epidemia.
El cordón sanitario afecta a 56 millones de habitantes y varios miles de extranjeros.
Un avión con 200 japoneses aterrizó en Tokio este miércoles. “Ya no podíamos circular libremente (…). El número de enfermos empezó a aumentar rápidamente y daba miedo”, dijo al llegar Takeo Aoyama, empleado de la siderúrgica Nippon Steel.