Por Francesco Fontemaggi y Jerome Carteillier. AFP

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reveló el martes su plan de paz para Medio Oriente basado en una solución de “dos estados”, en la que otorga a Israel una serie de concesiones que se espera provoquen fuertes reacciones entre los palestinos. “Mi visión presenta (...) una solución realista de dos estados”, dijo Trump, dando garantías sin precedentes a su “amigo”, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien dijo que este era “un día histórico”.

Optimista, el mandatario estadounidense estimó que su iniciativa podría permitir dar “un gran paso hacia la paz”, pero el movimiento Hamas, el primero en reaccionar en el campo palestino, lo rechazó de inmediato. “No pasará”, dijo luego el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, tras un encuentro en Ramalá entra las facciones palestinas, entre ellas los islamitas del Hamas. Abas ya había considerado “muerta” a la propuesta antes de conocerla.

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Trump enfatizó su convicción de que los palestinos se merecen “una vida mejor”, pero les lanzó una advertencia. Dijo que había enviado una carta a Abas, instándole a aprovechar “una oportunidad histórica”, quizás “la última”, para obtener un estado independiente. “Le expliqué que el territorio asignado para su nuevo estado permanecerá abierto y sin desarrollar (con colonias israelíes) por un período de cuatro años”, dijo.

CONDICIONES

El futuro Estado palestino solo vería la luz del día bajo varias “condiciones”, incluido “un claro rechazo al terrorismo”, subrayó Trump al explicar su “muy detallado” plan de 80 páginas. La Casa Blanca detalló que el plan propone un estado palestino “desmilitarizado”. Además, publicó un mapa con las futuras fronteras que contiene unos 15 asentamientos israelíes, conectados al área de la Franja de Gaza por solo un túnel. Esto técnicamente cumpliría con la promesa de Trump de un estado palestino contiguo.

DOS CAPITALES EN JERUSALÉN

Según el plan, Jerusalén seguirá siendo “la capital indivisible de Israel”, aunque propone crear una capital del Estado palestino en Jerusalén Este, sin explicar cómo se conciliarán ambas cosas. Los palestinos quieren hacer de Jerusalén Este, parte de la ciudad ocupada desde 1967 por Israel y luego anexada, la capital del futuro estado al que aspiran.

Netanyahu enfatizó que el plan de la Casa Blanca le daría a Israel soberanía sobre el Valle del Jordán, una gran área estratégica de la Cisjordania ocupada donde el ejército israelí acaba de fortalecer su presencia. Agregó que los refugiados palestinos no tendrán derecho a regresar a Israel, en tanto se dijo dispuesto a acordar con los palestinos “un camino hacia un futuro estado”, aunque puso como condición que reconozcan al “Estado judío”.


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