El gobierno de Argentina envió este martes al Congreso un proyecto de ley para reestructurar su onerosa deuda pública, mientras pide “tiempo” y “buena fe” a sus acreedores, entre ellos el FMI. “Tenemos una carga de deuda que es insostenible”, aseguró el ministro de Economía, Martín Guzmán, que timonea una economía en recesión y con una inflación superior al 50%.
“La voluntad de pago está, siempre lo hemos dicho.
Pero para poder pagar, el país necesita generar capacidad, y para eso hay que crecer, y para eso es fundamental que exista un alivio de la carga de deuda”, dijo el funcionario en una rueda de prensa.
Así, el gobierno hizo llegar al Congreso un proyecto para la reestructuración de la deuda, en busca de que “el país mejore al menos dos de las siguientes tres condiciones: plazos, tasas de interés y monto de capital”, explicó Martín Guzmán.
Al asumir la presidencia el 10 de diciembre, Alberto Fernández heredó una deuda pública de unos 335.000 millones de dólares, un 93% del PIB. Esa deuda incluye un préstamo por 44.000 millones de dólares del FMI.