El papa Francisco reconoció este jueves su preocupación por la multiplicación de las tensiones en el mundo, desde Oriente Medio e Irán hasta América Latina, por lo que llamó al diálogo y lanzó un “no a las armas”.

En un largo discurso ante los embajadores y representantes diplomáticos de los 183 países acreditados ante la Santa Sede, el Pontífice argentino hizo un balance del año que acaba de terminar, enumerando los principales problemas que azotan al mundo: guerras, desigualdades, cambio climático.

El Papa argentino, que en el 2019 realizó varios viajes internacionales, entre ellos a Panamá y Japón, teme ante todo “un conflicto a mayor escala” entre Irán y Estados Unidos. “Son preocupantes las señales que llegan de toda la región, después del aumento de la tensión entre Irán y los Estados Unidos”, dijo al mencionar las “heridas del mundo”.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

“Renuevo mi llamamiento para que todas las partes interesadas eviten el aumento de la confrontación y mantengan ‘encendida la llama del diálogo y del autocontrol’, en el pleno respeto de la legalidad internacional”, reiteró.

El Pontífice volvió a clamar por “un compromiso más asiduo y eficaz” de la comunidad internacional por la paz, lamentó el “manto de silencio” que cubre la brutal guerra en Siria y aprovechó la ocasión para agradecer a Jordania y a Líbano “por haber acogido y hacerse cargo, con no pocos sacrificios, de miles de refugiados sirios”.

En su discurso de 8 páginas, el Papa habló también de su preocupación por la multiplicación de las tensiones en América Latina, azotada por un año marcado por las protestas en numerosos países donde multitudes han salido a marchar para reclamar cambios.

“Los conflictos de la región americana, aun cuando tienen raíces diferentes, están acomunados por profundas desigualdades, por injusticias y por la corrupción endémica, así como por las diversas formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas”, dijo ante diplomáticos.


Dejanos tu comentario