Brasilia, Brasil. AFP.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, arremetió este viernes contra la investigación abierta que pesa sobre su hijo mayor, el senador Flavio Bolsonaro, por presunto lavado de dinero cuando era diputado de la cámara regional en Río de Janeiro.
El mandatario ultraderechista acusó al ministerio público de Río de Janeiro de filtrar informaciones del caso, dijo que su familia era víctima de una campaña de prensa y atribuyó el caso a una posible maniobra del gobernador de Río, Wilson Witzel, su ex aliado, “que quiere ser presidente” en el año 2022.
La fiscalía realiza “un trabajo de puercos”, dijo el presidente Bolsonaro a la salida de su residencia oficial en Brasilia ante periodistas y simpatizantes.
Las investigaciones empezaron “el año pasado y no encontraron nada”, declaró, elevando la voz.
“Si (Flavio Bolsonaro) cometió un desliz, que responda él, no soy yo (quien debe responder)”, prosiguió.
Visiblemente ofuscado, increpó a uno de los periodistas: “Tú tienes una cara de homosexual terrible y no por eso te acusan de homosexual. Si bien ser homosexual no es crimen”. Sus declaraciones eran festejadas por sus simpatizantes.
Flavio Bolsonaro es investigado por presunto lavado de dinero. El miércoles fueron allanados varios inmuebles pertenecientes a él, a sus ex asesores de la Asamblea Legislativa de Río y a la segunda ex esposa del presidente Bolsonaro.
La orden fue ejecutada tras un informe presentado por el ministerio público de Río que levanta sospechas (según fragmentos filtrados) sobre la participación de Flavio Bolsonaro en un esquema de desvío denominado “rachadinha”, en el cual los empleados, existentes o fantasmas, devuelven al legislador una parte del salario que reciben.
El caso salió a la luz pública a fines del 2018, después de que el organismo de control de movimientos financieros (COAF) descubriera giros atípicos entre el 2016 y el 2017 en una cuenta de Fabricio Queiroz, ex chofer y asesor de Flavio Bolsonaro.