Buenos Aires, Argentina. AFP.
El presidente argentino Alberto Fernández envió ayer al Congreso un paquete de medidas contra la crisis económica que incluye un impuesto de 30% a las compras en dólares, auxilio financiero a pequeñas y medianas empresas y beneficios sociales.
El gobierno se propone reactivar la producción en una economía endeudada y en recesión, y contempla declarar la emergencia económica, social y sanitaria, lo que le permitirá la reasignación de presupuesto.
La economía cerrará este año con una caída de 3,1%, inflación en torno a 55%, pobreza cerca de 40%, desempleo de 10,4% y una depreciación monetaria de casi 40%.
El gobierno de Fernández espera obtener el respaldo legislativo para gravar las compras que los argentinos realicen en el exterior y aquellas nominadas en dólares que se efectúen por medios electrónicos, impuesto que se estima será del 30%.
“Tiene una lógica solidaria y distributiva”, había dicho el domingo el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, a Radio 10, al explicar que el nuevo impuesto “busca cuidar los dólares que tiene la economía argentina y reactivar la industria turística local”.
Las reservas internacionales son de 43.700 millones de dólares, según el último balance de Banco Central.
El paquete de leyes también prevé moratorias y exenciones impositivas para pequeñas y medianas empresas.
“Les pido que no despidan, pero, a su vez, les damos ventajas para que crezcan, eso supone también moratorias para las deudas impositivas y previsionales que tienen, les damos ayuda para que se pongan de pie”, dijo el presidente el domingo a Radio Mitre.
El mandatario impuso por decreto un freno a los despidos por seis meses, al establecer la obligatoriedad de pagar doble indemnización en caso de desvinculaciones no justificadas.
“En la ley de reordenamiento económico, las pymes (pequeñas y medianas empresas) se van a ver muy favorecidas, fundamentalmente en el trato impositivo”, prometió el mandatario.