La comunidad internacional parecía este sábado abocada a dar un paso atrás en sus esfuerzos frente al calentamiento global, pese a los urgentes llamamientos de la ciencia a actuar y a proteger el futuro de las jóvenes generaciones.
Tras una noche de negociaciones, los casi 200 países que participan en la 25º Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático en Madrid amanecieron más divididos que nunca.
“Inaceptable” fue el calificativo que muchos países emplearon para definir el borrador del acuerdo presentado por la presidencia chilena de la cita, que debía finalizar el viernes.
“La solución que proponemos es equilibrada en su conjunto”, había asegurado sin embargo la ministra chilena de Medio Ambiente, Carolina Schmidt.
Ante la urgencia climática decretada por científicos y la presión de la sociedad civil cada vez más movilizada, la comunidad internacional está llamada a mostrar su disposición a elevar la “ambición” en 2020, esto es, las metas de cada país de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Los objetivos planteados en el Acuerdo de París en 2015 son insuficientes para conseguir limitar el calentamiento a +1,5 ºC, un umbral que según científicos permitiría contener sus efectos devastadores.
Pero después de 2 semanas de negociaciones y llamamientos en favor de la acción liderados por la activista sueca Greta Thunberg, el borrador del acuerdo no refleja necesidad de reforzar objetivos de reducción de emisiones el año que viene.
“Es imposible marcharse de esta COP sin un mensaje fuerte sobre la ambición”, aseguró en nombre de la UE la ministra finlandesa de Medio Ambiente, Krista Mikkonen. “Todas las referencias a la ciencia perdieron fuerza, todas las referencias a elevar la ambición desaparecieron. Parece que preferimos volver al pasado”, denunció Carlos Fuller, negociador en jefe de un grupo de 44 Estados insulares, que afrontan una amenaza existencial por la subida del nivel del mar.