Bogotá, Colombia. AFP.
Los colombianos fueron convocados ayer a paralizar actividades en el séptimo día de una protesta que como pocas veces ha llenado las calles de inconformes de todas las clases que exigen al gobierno de Iván Duque un cambio de rumbo. Los líderes de la movilización pretenden aumentar la presión a través de la segunda huelga en menos de una semana contra el gobierno de derecha que se instaló hace 15 meses.
Durante la jornada se esperan marchas y la suspensión de actividades, aunque en las primeras horas el llamado “paro nacional” recibía tibia adhesión en Bogotá, epicentro de la protesta que estalló el pasado jueves precisamente con una huelga.
Bajo vigilancia policial, el transporte público y el comercio se veían reducidos, sobre todo en el centro de la capital. En Cali y Medellín también hay concentraciones. En todas partes, los manifestantes alzan pancartas contra el gobierno al ruido de cacerolas y algunos llevan la bandera como capa o se visten de payasos para denunciar lo que consideran burla del Estado.
“Estamos indignados con tanto maltrato y tanta corrupción. Me disfrazo de payaso porque así nos ve el gobierno. Ya pelearon en Ecuador, en Chile, en Bolivia, ahora nos toca decir: ¡no más! Queremos justicia social, educación, equidad, que el gobierno mire para abajo y no para arriba”, dijo a la AFP David Martínez, un empleado público de 50 años.
Si bien en su mayoría han sido pacíficas y alegres, las protestas dejan cuatro muertos y medio millar de heridos entre civiles, policías y militares, 184 detenidos y 60 venezolanos expulsados por “actos vandálicos”, según un balance de la policía.
En medio de la agitación social que recorre el continente sin una causa común, en Colombia las calles se volcaron contra Duque y su impopular gobierno. Casi siete de cada diez colombianos lo rechazan, según un sondeo de Invamer de principios de mes.
DEMOCRACIA “PARA UNA MINORÍA”
“Han convertido a Colombia en una democracia donde favorecen a una minoría de empresarios y burócratas, mientras la gran mayoría debemos sostener sus privilegios”, señaló en Twitter el sindicato del magisterio, Fecode, uno de los más activos en la movilización. Desde el pasado jueves ríos de gente se movilizan a diario en el mayor desafío popular que haya encarado un gobierno desde los años setenta.
El presidente Duque lanzó el domingo un “diálogo social” para escuchar los reclamos de la calle. Sin embargo, abrió las conversaciones con los políticos antes que con los portavoces de la protesta, lo que le ha restado filo a su iniciativa.