San Bernardo do Campo, Brasil. AFP
“Estoy de vuelta”, anunció el sábado el ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, menos de 24 horas después de salir de la cárcel, cargando contra el gobierno de ultraderecha de Jair Bolsonaro ante miles de entusiastas seguidores en la región de San Pablo.
Lula acusó a Bolsonaro de “gobernar para las milicias de Río de Janeiro”, calificó al ministro de Economía, Paulo Guedes, de “destructor de empleos” y tildó de “canalla” al ex juez y actual ministro de Justicia, Sergio Moro, que lo condenó por corrupción.
Su aparición y su arenga enfervorizaron a la multitud vestida de rojo, los colores del Partido de los Trabajadores (PT), congregada en el Sindicato de los Metalúrgicos de San Bernardo do Campo, su cuna política, donde pronunció su último discurso antes de entregarse a la justicia el 7 de abril del 2018.
Lula, de 74 años, purgaba desde entonces en Curitiba (sur) una pena de 8 años y 10 meses por corrupción pasiva y lavado de dinero, pero fue liberado después que la corte suprema modificara el jueves por la noche las normas sobre el momento en que las penas de prisión deben comenzar a ser ejecutadas.
“BOLSONARO TIENE MIEDO”
Este es el segundo mitin de Lula desde que salió de la cárcel. En el primero, el viernes a las puertas de la sede de la Policía Federal de Curitiba donde había pasado 580 días, anunció que pronto se lanzará a “recorrer el país para discutir una salida con nuestro pueblo”.
“Si trabajamos correctamente, en el 2022 la llamada izquierda de la que Bolsonaro tiene tanto miedo va a derrotar al ultraderechista”, declaró Lula, en un momento en que la izquierda brasileña está debilitada y fragmentada.
“Bolsonaro fue elegido democráticamente, aceptamos los resultados de la elección” del 2018, afirmó el ex gobernante. Pero “fue elegido para gobernar para el pueblo brasileño y no para los milicianos de Río de Janeiro”, añadió antes de exigir el esclarecimiento del asesinato en el 2018 de la concejala negra de Río, Mariell Franco.