La Paz, Bolivia. AFP.
El gobierno de Bolivia y la OEA pactaron este miércoles una auditoría de carácter “vinculante” de las elecciones que dieron un polémico triunfo al presidente Evo Morales, pero el opositor Carlos Mesa rechazó el acuerdo, al que calificó de “unilateral”. El canciller Diego Pary anunció la firma de un acuerdo con la OEA para “realizar la auditoría integral a las elecciones generales del 20 de octubre”, en busca de una salida a las protestas que desde hace 10 días sacuden al país. “El resultado del informe de auditoría será vinculante para las dos partes”, agregó Pary.
Mesa, que ha denunciado un fraude electoral, había dicho el martes que solo aceptaría una auditoría si Morales desconocía su elección y si el resultado del análisis era vinculante. Sin embargo, Mesa –que ya fue presidente entre el 2003 y el 2005– declaró este miércoles que “no aceptamos la auditoría en los actuales términos pactados unilateralmente”.
Además señaló que “reconocemos las posiciones de instituciones, sectores cívicos y movimientos sociales que plantean la anulación de las elecciones y manifiestan su desconfianza acerca de la auditoría pactada entre la OEA y el MAS”, en alusión al Movimiento al Socialismo, el partido de Morales.
“GOLPE DE ESTADO”
La auditoría había sido planteada la semana pasada por Morales al secretario general de la OEA, Luis Almagro, después de que la oposición denunciara un fraude para garantizar un cuarto mandato de Morales. Un primer sistema de conteo rápido de votos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) anticipó la noche de la elección una segunda vuelta entre Morales y Mesa.
Morales, de 60 años y en el poder desde el 2006, dijo este miércoles a sus seguidores en el área rural de Cochabamba (centro): “Dicen que hay fraude, que hagan control, que revisen, que hagan auditoría, no tengo nada que ocultar”. El gobernante ha dicho que las protestas forman parte de un plan de “golpe de Estado” alentado por Mesa. “Si dicen ‘fuera Evo’, es golpe de Estado”, señaló.