Ecuador alcanzó un acuerdo para detener su peor crisis en décadas y desde este lunes enfrenta la tarea de reparar los daños que dejaron doce días de furia en Quito contra medidas de austeridad: millonarias pérdidas, siete muertos y centenares de heridos y detenidos.
La capital fue escenario de violentas protestas, que deberán finalizar según un compromiso alcanzado el domingo por la noche entre el gobierno de Lenín Moreno y el movimiento indígena que lideró las manifestaciones. La negociación fue cara a cara, con mediación de la ONU y la Iglesia Católica.
La situación generada por la radical protesta indígena generó “una fractura que va a ser muy difícil de recuperar”, dijo a la AFP Pablo Romero, experto indigenista de la universidad Salesiana, aduciendo que incluso alimentó “el racismo” en un país donde los aborígenes representan un 25% de los 17,3 millones de habitantes.
El Ejecutivo aceptó el pedido de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) para desmovilizar a miles de sus miembros que llegaron a la capital: derogar el decreto presidencial 883 que eliminó subsidios a combustibles, y que había sido pactado con el FMI. Esa medida, con la que el Estado iba a ahorrar 1.300 millones de dólares al año, generó el 3 de octubre alzas de hasta 123% en los precios del diésel y la gasolina, los más utilizados en el petrolero Ecuador, que afronta serios problemas financieros.
DECRETO
Lenín Moreno aclaró por Twitter que se “sustituirá el decreto 883 por uno nuevo que contenga mecanismos para focalizar los recursos en quienes más los necesitan”.
Los aborígenes, que participaron en los derrocamientos de tres mandatarios entre 1997 y 2005, obtuvieron una “simbólica” victoria con sus manifestaciones la semana pasada, estimó Romero. Inicialmente las manifestaciones estuvieron a cargo de estudiantes y trabajadores, por lo que el mandatario ya había decretado el Estado de excepción el día que entraron en vigencia los incrementos.
Casi dos semanas duró la eliminación de subsidios a combustibles –aplicados desde hace 40 años– pactados por Ecuador con el FMI para acceder a créditos por 4.200 millones de dólares para aliviar el pesado déficit fiscal.
El nuevo decreto sobre subsidios, que es negociado entre el Ejecutivo y la Conaie, significará que el “ahorro no será tan grande como el que se esperaba” en el marco de ajustes para tratar de evitar un déficit de unos 5.600 millones de dólares en el 2019.