México, México. AFP

Cinco años después de la desaparición de 43 estudiantes en el sur de México, el gobierno calificó este jueves el caso como una “desaparición forzada” cometida por agentes del Estado y activó una millonaria recompensa para dar con los responsables.

Mientras familiares y activistas se alistaban para manifestarse en la tarde, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no habrá impunidad en las investigaciones sobre el caso Ayotzinapa, y reiteró que es una prioridad para su gobierno esclarecer los hechos, encontrar a los jóvenes y hacer justicia.

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“Tenemos una gran ventaja, no hay impunidad, eso es importante porque cuando se trata de crímenes de Estado es muy difícil llegar a la verdad”, dijo López Obrador en su habitual conferencia matutina.

El subsecretario de Derechos Humanos del ministerio de interior, Alejandro Encinas, también se refirió al rol del Estado en los hechos bajo el gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018). El caso está siendo reinvestigado como una “desaparición forzada cometida por agentes del Estado mexicano”, dijo.

La noche del 26 de setiembre del 2014, decenas de estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa fueron a Iguala, los dos ubicados en el sureño estado de Guerrero, para apoderarse de autobuses que utilizarían para sus manifestaciones. Pero fueron capturados por policías coludidos con el cartel de drogas Guerreros Unidos, y desde entonces se desconoce el paradero de 43 de ellos, en un caso que desató indignación mundial.

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