Jamestown, Estados Unidos. AFP.
El presidente Donald Trump denunció el martes los “horrores” de la esclavitud al conmemorar el nacimiento de la democracia estadounidense, pero su discurso fue interrumpido y boicoteado por legisladores estatales negros, en medio de acusaciones de racismo en contra del mandatario.
Trump ha estado en el ojo de la tormenta últimamente por comentarios considerados denigrantes hacia los afroestadounidenses y minorías étnicas, y la controversia lo siguió a Jamestown, Virginia, donde hace 400 años colonos ingleses establecieron su primera legislatura local.
En su discurso, Trump rindió homenaje a la creación en 1619 de la primera asamblea legislativa en Jamestown, instalada para gobernar la incipiente colonia inglesa, precursora de la democracia estadounidense.
Pero los legisladores negros del estado de Virginia boicotearon la conmemoración por considerarla “empañada” por Trump. “Es imposible ignorar el emblema del odio y el desdén que representa el presidente”, dijeron en un comunicado, en el que denunciaron la “retórica racista y xenófoba” de Trump.
RACISMO Y ODIO
Pero el presidente republicano enfrenta crecientes acusaciones de impulsar él mismo el racismo en el país, con diatribas contra inmigrantes y destacados políticos no blancos.
En una inusual interrupción de un discurso presidencial, un legislador del estado de Virginia levantó un cartel que decía “Deportar es odio” y “Regresa a tu hogar corrupto”. Trump detuvo su discurso mientras el congresista, identificado como Ibraheem Samirah, fue sacado del lugar, pero el mandatario no reaccionó.
Apenas una hora antes, el presidente había mostrado poca moderación al partir de la Casa Blanca. En las últimas dos semanas, arremetió contra cuatro congresistas demócratas no blancas, un respetado legislador demócrata negro de Baltimore, y un reverendo activista por los derechos civiles y candidato a la nominación presidencial del Partido Demócrata en el 2004.
“MENOS RACISTA DEL MUNDO”
Sus comentarios le valieron a Trump señalamientos de buscar profundizar deliberadamente las divisiones raciales en el país para complacer a su base de votantes blancos de clase trabajadora con miras a su reelección en el 2020. “Soy la persona menos racista del mundo”, declaró a periodistas. Pero dijo que el reverendo Al Sharpton, el último en ser blanco de sus ataques, sí lo es, y siguió criticando a Baltimore, una ciudad portuaria cercana a Washington con una población mayoritariamente negra dominada hace varios años por políticos demócratas. Durante el fin de semana, Trump describió a Baltimore como un “desastre infestado de ratas y roedores” no apta para seres humanos y culpó de esto a Elijah Cummings, el demócrata que representa a gran parte de la ciudad en el Congreso.