San Pablo, Brasil. AFP.

La tradicional mar­cha del orgullo LGBT arrancó en la mañana de este domingo en San Pablo exigiendo res­peto a la diversidad, con un fuerte talante político en un año en que Brasil muestra su cara más conservadora. La 23ª edición de la fiesta se celebra, como cada año, en las avenidas Paulista y Con­solaçao de la capital econó­mica de América Latina. Llena de color, fantasías y música, asemeja un Car­naval de invierno paulista, con la diferencia que la fiesta transmite un fuerte mensaje político.

“Vine a luchar contra la homofobia y el irrespeto”, afirmó Monique Barber, de 31 años, que al comienzo del evento dijo sufrir un ataque verbal. Brasil eligió como presidente en el 2018 al ultraderechista Jair Bol­sonaro, quien a lo largo de su carrera política ha coleccio­nado un historial de mensa­jes homofóbicos, racistas y machistas.

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Desde que asumió el poder en enero, Bolsonaro ha reafirmado su talante conservador. Entre otras polémicas declaraciones, calificó de “error” la cri­minalización de la homo­fobia, decidida este mes por el Supremo Tribunal Fede­ral. Marina Fernandes, de 19 años, vino desde el lito­ral paulista para “apoyar el movimiento”.

La joven, que se define hete­rosexual, decidió sumarse por primera vez al desfile. "Vine porque siento empatía y porque creo en el respeto al otro”, dijo.

El tema de este año es “50 años de Stonewall”, en home­naje a las protestas en un bar de Nueva York en 1969 que se convirtieron en un hito de la lucha por los derechos de la comunidad LGBT. La ave­nida Paulista recibió reto­ques para el evento, como la adaptación de las luces de los semáforos peatonales que, en vez del tradicional verde y rojo, exhibieron durante los últimos días parejas del mismo sexo.

“NO TENGO NADA CONTRA EL REGUETÓN”

La Habana, Cuba. AFP.

Ante un selecto grupo de intelectuales, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, aseguró que no tener “nada contra el reguetón”, pues el problema no es de géneros, sino de calidad en las manifestaciones artísticas. “El tema no es de géneros; hay boleros buenos y boleros malos; hay reguetón bueno y reguetón malo; yo no tengo nada contra el reguetón”, mani­festó el mandatario.

Buena parte de la intelectualidad más destacada cubana se ha pronunciado contra el reguetón, incluso el gobierno aprobó en el 2018 el polémico decreto 349 contra el empirismo artístico y el arte de mala calidad, que muchos interpretaron como una norma contra el reguetón, un ritmo muy difundido en la isla.

“Yo en géneros no me detengo, el tema es de calidad, de conte­nido, qué es lo bueno en cualquier género y que es lo malo en cualquier género”, argumentó el presidente de 59 años, cuya admiración por la música del desaparecido grupo británico The Beatles es conocida. Miguel Díaz-Canel conversó con un grupo de intelectuales reconocidos, previo al próximo congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

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