Brasil. Brasil. AFP
El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, afirmó en una entrevista publicada el viernes que renunciará si el Congreso convierte en “reformita” su propuesta de reforma del sistema de jubilaciones.
Guedes, considerado uno de los ministros más poderosos del gobierno de Jair Bolsonaro, presentó un proyecto de reforma que pretende ahorrar más de un billón de reales en una década (unos 260.000 millones de dólares al cambio actual).
Pero si el Congreso le rebaja demasiado las metas, no está dispuesto a permanecer en el cargo, según le dijo a la revista Veja. “Si la reforma se convierte en algo que solo yo quiero, me voy. Si (en el futuro) siento que el presidente no quiere la reforma, que los medios solo quieren hacer lío, la oposición causar revuelo, si hay una explosión y se corre el riesgo de que haya enfrentamientos serios (…), me tomo un avión y me voy a vivir en el exterior”, advirtió el ministro, un liberal ortodoxo escogido por Bolsonaro para tratar de reactivar la alicaída economía brasileña y garantizar a los mercados que el gobierno impulsará reformas fiscales severas para sanear las cuentas públicas.
“No soy irresponsable, no es que si no se aprueba la reforma me voy al día siguiente. No existe (esa posibilidad). Pero puedo perfectamente decir: ‘Mira, yo ya hice lo que tenía que hacer, no estoy con ganas de quedarme, y esperaré unos meses para no crear problemas, pero no da para permanecer en el cargo’”.
Para Guedes, el gobierno puede negociar modificaciones al proyecto, pero no puede ceder al punto de generar una economía inferior a los 800.000 millones de reales.
“Si no hacemos la reforma, Brasil se incendiará. El viejo régimen de jubilaciones quebró. No tendremos dinero para pagar a los funcionarios. Será el caos en el sector público (...). La reforma es urgente, porque los mercados no van a esperar mucho más. Ellos huyen antes”, añadió.
Bolsonaro respondió este viernes que “nadie está obligado a continuar” como ministro de su gobierno, pero respaldó la advertencia de Guedes de que sin la reforma de las jubilaciones Brasil puede encaminarse hacia una “catástrofe”.