París, Francia | AFP
El presidente francés, Emmanuel Macron, reveló este jueves una batería de reformas, incluyendo un importante recorte de los impuestos, para frenar el malestar social en el país, tras cinco meses de protestas de los “chalecos amarillos”.
“No quiero incrementos de impuestos y quiero una bajada para quienes trabajan reduciendo significativamente el impuesto sobre los ingresos”, declaró el mandatario francés en una conferencia de prensa en el Palacio del Elíseo.
El gran debate mostró que existe entre los franceses “un profundo sentimiento de injusticia fiscal”, dijo Macron en referencia a una gran consulta nacional de dos meses, en la que 1,5 millones de franceses opinaron sobre cómo mejorar la situación del país.
LA REVUELTA
Fue precisamente una subida de los impuestos sobre los combustibles lo que detonó en noviembre la revuelta de los “chalecos amarillos”, un colectivo que protesta cada sábado en todo el país. Macron abogó también por cerrar la elitista Escuela Nacional de Administración (ENA), cantera de gobernantes, donde estudiaron él, y sus antecesores Jacques Chirac o François Hollande, entre otros.
“Creo que para hacer la reforma [de los servicios públicos] de la que hablaba, hay que suprimir, entre otros, la ENA”, explicó.
La revuelta de franceses que reclaman una mejora del poder adquisitivo y expresan el hartazgo de las clases populares con dificultades para llegar a fin de mes se ha convertido en la peor crisis de su presidencia.
En cuanto al Impuesto sobre la Fortuna (ISF), una tasa que suprimió poco después de llegar al poder para mejorar el atractivo del país y evitar que las grandes fortunas se establezcan en el extranjero, Macron defendió su eliminación.